Otro día más añorando tu sonrisa, recordando cómo iluminaba mi triste camino. Todo era así contigo, mágico y especial, pero la magia siempre tiene truco, y lo “especial” es criticado por diferente.
Me tachan de masoquista por perseguir un sueño tan estúpido como volver a tenerte, lograr que vuelvas. Puede que lo sea, pero no sé vivir de presente, sólo de recuerdos.
No hay un antes y un después en esta historia, no todo es blanco, negro o gris. Sólo sé que un día era feliz, y al siguiente me envolvía la melancolía y me asfixiaba la idea de acabar con todo.
Tras años disimulando que no sentía nada, y a veces llegando a no sentir, he vuelto a rozar el cielo del masoquismo, el dolor de lo profundo.
Como he dicho, no sé vivir de presente. Vivo de recuerdos, de dolores y sufrimiento. Estoy anclada a tí, a ellos. Aún espero que alguien me enseñe a ver el ahora, espero que no te moleste.
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