Ese sentimiento tan similar al de sentirse reprimido por uno mismo y no por un agente externo, la represión que te quita las ganas que tenés de poder ser vos, por miedo, costumbre o quizás un conjunto de sentimientos que se asemejan a un dolor reprimido de aquella lastimadura casi cicatrizada, que no queremos volver a abrir, pero que de cualquier forma, sabemos que posiblemente no vaya a cerrar nunca. 

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